Llegó un correo de nuestro HH departamento de personal, invitando a los colaboradores a concertar una cita con la nutrióloga. Grupo Bimbo te apoya con la nutrióloga, decía el mensaje. Regularmente hubiera pensado que no... que yo sé lo que hay que hacer para llevar una vida más saludable; finalmente soy Ingeniero Bioquímico, y no necesito que una nutrióloga me diga lo que tengo que hacer o comer. Pero esta vez pensé que era hora de hacer algo, y no sólo planear que lo haré más tarde. Había lugar a la una de la tarde, así que fui con ganas de que el puro evento de haber decidido consultar a la nutrióloga ya marcaba de por sí una diferencia.
Me preguntó mis generales: que si mis papás eran obesos, diabéticos o hipertensos, que si hacía ejercicio regularmente, que si mi peso actual estaba en el máximo, en el promedio o en el mínimo de los últimos años, y algunas otras cosas. Me hizo pesarme en la báscula sin zapatos ni calcetines, y sin ningún objeto metálico encima. Me pesó y tomó un segundo obtener un pequeño papelito impreso con mis características físicas. Peso, % de Agua, de grasa, kilogramos totales y la resistencia eléctrica de mi cuerpo.
Me diagnosticó lo que obviamente ya sabía: que estoy en sobrepeso, que tengo que bajar al menos unos tres kilogramos de grasa, que debo tomar más agua, que no debe pasar más de cuatro horas entre cada comida; que debo tomar colaciones a las 11 de la mañana y a las 5 de la tarde, que debo comer nueces y frutas entre comidas, y que me iba a incorporar al menú algunas de las cosas que regularmente como o ceno, para no tener un cambio radical sobre mis hábitos. Con ésto último, al menos pude conservar las palomitas de la dieta, aunque técnicamente debería comer a lo más una bolsa pequeña y no la bolsa regular. Las salchichas también están incluídas, igual que los champiñones. Me mandó un menú con al menos tres opciones distintas para cada comida del día, más las colaciones correspondientes. Que sólo queso panela, pechuga de pavo o salchicas de lo mismo, atún a la mexicana y nopales asados. Que agua simple o de sabor sin azúcar; que café o té sin azúcar; y que debo tomar un alimento con lactobacilos muy temprano en la mañana, no debe pasar más de una hora después de levantarme para tomar mis alimentos, lo cual debería obligarme a desayunar en casa y no en el carro después de haber dejado a los niños en la escuela. Que puedo comer todo lo que quiera de gelatina light, y que los aderezos deben ser: mostaza o salsa inglesa.
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