El arbolito de navidad de este 2012 fue dorado. Como pocas veces, casi no adornamos, y ahora que recuerdo ni siquiera puse luces en la calle. Creo que fue general; he visto pocos lugares iluminados, o estoy tan ensimismado, que no he visto como otras veces, esos lugares iluminados. Intenté poner música de navidad, sin gran éxito. La noche de paz y la blanca navidad a estas alturas ya no me hacen ninguna gracia. Aún así, vimos al menos la película del regalo de navidad. Aquella donde un niño sueña con que Santa Claus le traiga el rifle de los vaqueros, y donde un par de niños apuestan a pegar la lengua en un poste helado. Eso quizás, fue lo más cercano a celebrar la navidad. Recordé, eso sí, con una entrevista que hicieron en canal once a Alberto Angel El Cuervo, cómo eran las navidades en mi Papantla. Cantábamos la rama con Rubén, y Pina, y los demás niños de la calle; recuedo que hacía frío y adornábamos la rama como arbolito de navidad; nos daban dinero y en casa también teníamos 'feria' para cuando pasaran los niños a cantar. Ya se va la rama muy agradecida, porque en esta casa fue bien recibida... nos despedíamos cuando salían a darnos dinero. Y con una rimita diferente nos despedíamos de las casas que no nos daban.
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